21 de diciembre de 2011

Nunca hubo capitanes y animadoras más cortavenas, fútbol y post-rock



Jamás pensé que me iba a gustar una serie sobre fútbol americano. Hasta que en clase de Dialogación, el profesor nos puso la primera secuencia de 'Friday Night lights', una serie emitida por la NBC desde 2006 y que perdió fuelle a partir de su segunda temporada con la famosa huelga de guionistas de por medio.



En esa primera secuencia sonaba un colchón de fondo, guitarras y baterías de tintes postrockeros que dotaban al conjunto del montaje de fuerza, emoción y tensión controlada. La épica del post-rock reforzando la épica innata del deporte. No es la primera vez que el post-rock se pone al servicio de un audiovisual sobre deporte. El documental de Zidane con banda sonora de Mogwai ya nos anunciaba una combinación bien efectiva.

 Para mí ese es el éxito de un producto televisivo definido por la revista 'Entertainment Weekly' como “una serie maravillosamente diferente”.  Me encantó comprobar que la banda sonora es de los enormes Explosions in the Sky (Grupo que a principios de los dosmiles formó parte de mis escuchas de cabecera), uno de los grandes del post- rock que, además, son de Texas, donde se desarrolla la serie.




La música fue la que me llevó a querer ver el piloto de una serie eminentemente deportiva, con una altísima carga de patriotismo americano y mensaje religioso. Más allá de eso- aspecto que no me gusta un pelo, es muy del palo 'Air Force One'-, este producto de ficción está grabado con cámaras Red One, con estilo de cámara directa y documental con primerísimos primeros planos de corte experimental y enormes travelling rollo road movies. Es así como la serie te da una gran sensación de verosimilitud reforzada al máximo por la música, los cortes bruscos de montaje, los silencios, la voz en over propia de los grandes acontecimientos deportivos y unos diálogos articulados con fondo y forma.  Estas son algunas de las canciones del CD que salió la NBC:

 I Turn My Camera On - Spoon (También son de Texas, por cierto)




 Dead Man’s Will - Iron & Wine/Calexico



Storm - Jose Gonzalez




 First Breath After Coma - Explosions In The Sky



Aclarar que en origen  'Friday Night Lights' es un ejercicio periodístico realizado por H.G.Bissinger en 1988 (un año después de ganar el Pulitzer). Bissinger, periodista del 'Philadelphia Enquirer', decidió pasar un año en Odessa, Texas, para compartir una temporada con los Permian Panthers, el equipo de fútbol americano de uno de los institutos de la ciudad (el Odessa Permian High School). La idea era mostrar la locura que despierta el football en una ciudad pequeña y deprimida del medio-oeste de Estados Unidos y escogió Odessa por tener uno de los peores índices de calidad de vida de la época a la par que uno de los equipos de instituto con más tradición.

Y en lo que parece a primera vista un libro sobre deporte, Bissinger hace en realidad una crítica feroz al sistema educativo estadounidense, aprovecha para cargar contra la política económica de Reagan y Bush padre, muestra sin tapujos el racismo que todavía persistía en Texas en los años ochenta y, en resumen, hace una fotografía especialmente dolorosa de la ciudad de Odessa. 

Tengo que reconocer que pese a que la serie es un producto de calidad, gran parte de ese mensaje se pierde en la superficie. Al final, a partir de la segunda temporada,  la serie de la NBC se acomoda en la típica serie de adolescentes, capitanes y animadoras. Supongo- seguro- que vendía más. Aunque nunca hubo capitanes y animadoras más cortavenas, he de decir.

15 de diciembre de 2011

So,so, so beautiful...

Keith Kenniff es con un diferencia uno de mis músicos favoritos. Quiénes tengáis la paciencia de leer mis post sabéis que el 'Eingya' (Type records) de Helios- uno de los nombres bajo el que se esconde el compositor de ambient estadounidense-, es un disco que me ha acompañado desde que lo escuchara en la primavera de 2006. Aún recuerdo mi camino a la facultad escuchando esas guitarras limpias con las que prácticamente puedes levitar.


Helios - Dragonfly Across An Ancient Sky by Keith Kenniff - Helios



La buena noticia es que Keith Kenniff, que muestra la cara más amable y cristalina del ambient con Helios, y la más profunda y pausada con Goldmund- evitemos el adjetivo maduro, que está un poco manido por culpa de su uso tópico en distintos textos sobre música-, está petándolo. Dicho así mal y pronto y en jerga callejera. En Unseen, su propio label, Keith publica asiduamente novedades respecto al devenir de su carrera musical. Hoy me he puesto al día. Y sí, ha sido por ejemplo, el compositor de la música del anuncio del Iphone4S, que se emite hasta la saciedad en todo el mundo. Dirigido nada más y nada menos que por Mark Romanek.



También ha formado parte como promotor y música, junto a gran parte de los pesos pesados del género, de la compilación 'For Nihon'. Un disco de electrónica ambiental para recaudar fondos en beneficio al terremoto de Japón y en el que participan entre otros Adam Wiltzie (De Stars of the Lid), Dustin O'Halloran, Ólarfuld Arnalds, Max Richter,Rafael Anton Irisarri (The Sigh Below) , Peter Broderick (Efterklang)  y Sakamoto. Éste último ha dicho que la música de Kennif es "So so beautiful...". Y que puedes escuchar en esta web que es una auténtica exquisitez por su diseño y por su contenido. Por dios, pinchad en el enlace que es una maravilla.



 Soy muy fan de Hollie Kennif, su señora. Encima, junto a ella tiene una banda de shoegaze Mint Julep, que no es tan conocida como hype del rollo Veronica Falls,  Real StateThe Pains of being pure at heart.




 El videoclip de 'Aviary', su hit single, como no, es precioso. Los Kennif son muy dados a aunar talento y buen gusto. Menos mal que nos encontramos gente así. Sus discos, además, son de libre descarga. Este año han editado 'Save your season':






Me alegro que músicos de su talla, que se mueven en una pequeña parcela del underground más exquisito, tenga posibilidades de desarrollar todo su talento creativo más allá de ediciones limitadas, aforos de conciertos muy escasos o revistas especializadas hasta tal punto que pasan desapercibidas para el público más generalista.

9 de diciembre de 2011

Échale la culpa al boggie!

Recuerdo haber leído una entrevista en la que The drums habían dicho que su principal motivación para componer canciones es hacer bailar a las chicas guapas. Sin lectura fémina reivindicativa del asunto -rollo va a bailar tu madre-, desde la ingenuidad y el buen rollo, me encantan los grupos con los que bailar, pegar botes y perder el control. Y para eso no hay nada mejor que una banda de garage.

En Sevilla tenemos la suerte de contar con gente como Darío o Nacho, de Saturno Records, unos locos por la música que fichan grupazos. Gracias a ellos-no le echo la culpa al boggie-puedo disfrutar de The Frowning Clouds, por ejemplo. De los que me he hecho más que fan. Mi comportamiento roza ya el groupismo más ridículo y a la vez más entrañable. Permítanme el gusto de volver a los 15 años e imaginar que mi carpeta esta forrada con grupos sixties de pelazos a lo Cristobi-por Cristóbal Colón, se entiende. Y en claro homenaje al talento innato de las pandillas de barrios andaluces por los motes-.

The Frowning Clouds son de Geelong, Australia.Tienen un sonido fiel al de las viejas bandas de los 60. 
Sin embargo transmiten pura emoción, su música es transparente y desprejuicida, por lo que resulta difícil achacarles la impostura que muchos puristas critican de los grupos de garage actuales. Sí hay homenaje a los primeros Stones y un rollo muy furia teen de la colección de Pebbles.



Hace poco acaban de estar de gira por Europa y tocaron en el Purple Weekend de León, también estuvieron por Sevilla conociendo a la gente de su sello y haciéndose fotazas como esta que ya tengo de fondo de escritorio-jajajajajaja, estoy fatal- y marcando para la posteridad en el calendario mi momento fan.




Aquí se puede comprar su discografía. Saturno tiene dos EPs y un LP.  

7 de diciembre de 2011

Lecturas y relecturas del mes de noviembre

Este post es, desde mi pequeña parcela bloguera, un homenaje a los post que mi amigo Alejandro Luque hace en su blog 'Raíces y Puntas', de obligada lectura para los amantes de la literatura como forma de militancia. Como voraz lector, Luque periódicamente publica lecturas y relecturas de un mes determinado. He aquí mi particular Lecturas y Relecturas del mes de noviembre:



Estoy absolutamente emocionada con 'Una semana en el motor de un autobús. (El disco que casi acaba con Los Planetas)' de Nando Cruz. Ojo, su forma de escribir sobre un grupo- desde la omnisciencia pero de manera personal y cálida, como si el periodista hubiera visto las vidas de Jota, Florent, Jesulín, Kieran, Eric o May por un agujerito con ganas de interactuar con ellos, pero sin poder hacerlo- me encanta. De hecho, me he replanteado mi fanatismo por la figura de Kiko Amat, que se empeña en ser protagonista de todo lo que firma.

Nando Cruz, por su parte, nos regala un libro sobre una banda y un disco. Pero, sobre todo, nos regala un relato apasionante, con ritmo, con conflictos que no caen en el dramatismo. Repleto de anécdotas. Y lo más importante: sin mitificar en absoluto a la banda. Es mucho más que un libro para fans. Te permite escuchar de otra manera el disco, más completa, rellenando huecos.




La segunda lectura es 'El Sur. Instrucciones de Uso' (Haz clic y lee. Está colgado en la web de Autoediciones Bucólicas)  de Silvia Nanclares, impulsora de uno y mil proyectos entre los que destacto Bookcamping, precisamente por apostar por el crowdfunding  o el micromecenazgo, que a mí me mola más, como forma de financiarse y para, desde aquí, animar a colaborar a través de Goteo en esta preciosa iniciativa.

El libro de relatos de Nanclares es un libro vivo que muta en función de quién lo lea y cómo. Así lo piensa la autora, ya que ella misma nos anima a remezclarlo. Memoria estructurada en párrafos que actúan como resorte a través del que aflora la nostalgia, las ganas de reinventar tu vida y la de quien te rodea. Un ejercicio de narración vital, de inventar mundos y finales posibles para las historias cotidianas.



'Piña' (Alpha Mini) es el pequeño relato del actor Michael Cera (Juno, Scott Pilgrim, Supersalidos, Nick y Nora, 500 días juntos, etc...) . Incluyo este libro porque se lee en media hora, porque te divierte, porque es pequeño y cabe hasta en el bolsillo de un vaquero. Es literatura de autobús o piscina. Lo incluyo también por mi debilidad por todo lo que sea un pelín adolescente. Además, las tapas son rosas.



Lo que estoy leyendo ahora es 'La mano invisible' de Isaac Rosa. Os dejo el link al blog Estado Crítico, uno de mis favoritos de crítica de libros con la reseña de Carolina León. Como dice ella: "Seas quien seas, mientras no tengas acciones del Santander, este libro te interpela".

 Ahí quedan mis recomendaciones







25 de noviembre de 2011

La Música prepost: locuras y cacharros




Éste fin de semana tendré la oportunidad de ver en vivo y directo el trabajo que están realizando desde hace un tiempo Fran Torres y Pablo Peña, este último de Pony Bravo. Su experimento sonoro se llama Música Prepost y los que pudieron verlos dicen que merece muchísimo la pena. Ellos actúan directamente sobre el vinilo. Lo utilizan como soporte de audio y como objeto en sí mismo.  Se valen de las posibilidades de su manipulación física. Según he podido leer en su web: rayándolos, quemándolos o componiendo nuevos a partir de trozos diferentes de otros. Creando un mundo que va desde lo puramente estético: el artwork,  a lo técnico,  pasando por los rituales emocionales asociados a sus usos. Básicamente no deja de ser el juego  manual de efectos sonoros y de vídeo utilizando formatos tan al alza en la actualidad como el vinilo.


Fragmento 6 ensayos musica prepost // nov 2010 from música prepost on Vimeo.



Fragmento 5 ensayo musica prepost // nov 2010 from música prepost on Vimeo.



Los podremos ver en lo nuevo de La Suite hoy y mañana en el Teatro Central, y el sábado por la noche en Megatrón, una fiesta organizada por la gente de El Rancho y que tras su exitoso edición veraniega en una casa de campo apartada del mundanal ruido, ahora vuelve a la Sala Custom ofertando al persona mucho más que buena música...Y el cartel de Daniel Alonso no puede ser mejor, como siempre.








21 de noviembre de 2011

Matrimonios de conveniencia: Trevor Moss y Hannah Lou



Ya lo dijo ese visionario que es Johan Wald, al Tanned Tin hay que ir porque conoces grupos que es imposible ver en directo en otros festivales de la geografía española. Estoy de acuerdo. Lástima que mis días libres sean tan pocos y no sea tan fácil llegar a Castellón desde Sevilla-Mira, que hay aeropuertos inútiles por nuestra península-. Aún recursdo la edición en la que pude ver en directo a Asobi Seksu.




A lo que iba, en la pasada edición del festival Tanned Tin,que organiza Jesús Llorente del sello Acuarela, entre otros, tocaron Trevor Moss y Hannah Lou. Un matrimonio inglés que vive en Kent,  hace giras rurales- al más puro estilo Emilio José- y que canta canciones pop con raíz folk-qué perdone mi amigo Juanmi si utilizo la palabra folk en vano. Para él estas cosas son moderneces y no ve influencia alguna-. Tenían un grupo, Indigo Moss, de esos que recomienda con ansia el NME.





Cosas que me sorprenden: la voz aguda es de él, no de ella. Su single 'Spin me a Rhyme' es una deliciosa canción pop sencilla con una instrumentación generosa que por ética y estética me recuerda a los mejores, a Comet Gain. Su disco se llama 'Quality First Last  & forever' y lo saca Heavenly Recordings :). Me ganan por dos razones más: regalan semillas de tomate con el disco para que los siembres en tu casa y los recomienda mi admirada Patricia Godes.

10 de noviembre de 2011

El frente canario

'Plus ultra' (Jabalina, 2011) es uno de los mejores discos nacionales de 2011. Espero que mi poder e influencia llegue a los que elaboran las listas :) No, en serio, es un discazo. Al principio, reconozco que lo que más me gustó fue la exhaustiva y pulcra producción de los estudios La Mina de Raúl Pérez, que además de amigo es un pedazo de profesional y con cada disco que graba se supera  a sí mismo. Junto a él 'Estrella de la muerte' de los GAF es otro de mis discos de cabecera de este otoño. Curiosamente, ambas formaciones tienen origen canario.


Portada del disco, basada en el 'Poema del Atlántico' de Néstor de la Torre. Imponente en vinilo, por cierto.

Después, se me pegó la melodía de 'Ángulo áureo', el track 1, y cuando a mí se me pega una canción me acompaña semanas. Lo pueden atestiguar cualquiera de mis amigos a los que martilleo con mi ronroneo/ runruneo particular en diversos contextos: cuando estabábamos en clase-ya hace unos añitos-, en las comidas, o cuando caminamos en silencio. Ante sus quejas siempre digo que cuando canto para mí-pese a que pueda parecer una loca y dar miedo- es porque estoy feliz y a gusto.



En fin, siguiendo con el hilo del disco de Pumuky, tras 'Ángulo Áurea' reparé en la letra de 'Plus Ultra' (Mi favorita):

Justo ahí saltaremos / donde vigilan aquellos dragos / Torres de luz sortearemos (...) O podemos seguir subiendo más / Donde el sol queme nuestra piel / y el aire no se pueda respirar / así nunca me dejarías de amar / así nunca te dejaría de desear
O la de 'Phoebe':
Apretaré tus manos frías / No dejaré que te lleve con él / Nada de lo que ofrece el viento podrá mantenerte en pie / Tu nombre pierde el sentido cien veces después

A la épica ensoñadora de las capas y capas de sonido de Pumuky, a sus teclados y sintes, se une su particular visión del mundo, totalmente arraigada a su lugar de origen: Canarias. Episodios cotidianos con gran capacidad evocadora y una poética atormentada que bucea en los trapos sucios de la condición humana-¡Toma ya!-. Aunque todo es mucho más sencillo que lo dicho antes:  De repente, la letra te transporta a las playas de arena negra, parece como si sintieras la humedad del mar y las corrientes de aire caliente a través de la que impulsarse a llegar más allá (Plus ultra es un viejo lema que viene a significar transcender los propios límites y que, al parecer, era utlizado por los navegantes). Toda una mirada fascinada hacia la mitología y la tradición canaria.  Porque si un día con mi particular capacidad para meter la pata, les dije a Jair y Noe de Pumuky que 'Plus Ultra' sonaba a detergente, ahora entiendo un título que viene como anillo al dedo a este maravilloso álbum.

Cuando he hablado del disco con amigos, algunos le achacan la falta de un hit. Un temazo de estos que recuerda la gente. En su álbum anterior, 'Si desaparezco' o 'Los enamorados', con un lenguaje más directo y una técnica en apariencia más sencilla, se convirtieron en  canciones que acompañaron a muchas personas.

Yo creo que este disco hay que dejarlo reposar. Y no es una frase hecha, que conste. Es un disco con canciones preciosas, cada una de ellas desprenden cariño, calidad y dedicación. Una auténtica  pieza de artesanía de pop gaseoso y etéreo. 'Plus ultra' es la música que suena mientras soñamos y se enreda con la nostalgia de episodios pasados, te toca la fibra y te arrastra hacia la esperanza de lo que queda por venir.


 
Ya son tres los discos de Pumuky y parece que fue ayer cuando un amigo me grabó un CD de esos de portada tuneada con una de las canciones de las maquetas de Pumuky. La voz característica de Jaír por aquel entonces era más un hilo susurrante e ininteligible, que hoy se ha convertido en una de las más personales del panoráma indie nacional. Además, con ese encanto 'planetero' de tener que escuchar con atención para entender la letra.

4 de noviembre de 2011

A propósito del Monkey Week...


No me voy a unir a las crónicas victoriosas del Monkey Week. En su tercera edición esta feria musical-punto de encuentro-festival  se ha consolidado, ha mejorado muchas cosas respecto a las dos ediciones anteriores y algunas siguen igual. Con esto lo que quiero decir es que sí, El Puerto de Santa María es la ubicación perfecta, la elección de los bares portuenses para los showcases es buenísima, el teatro Muñoz Seca y el Monasterio, espacios preciosos e ideales para un evento de estas características. Y yo me lo he pasado genial.



 Pero, en mi opinión, este año hubo demasiados conciertos para el público asistente y, como en todo evento de estas características, prima la cantidad sobre la calidad. Una de las frases de la tarde del sábado nos la daba el frontman de los isleños-chiclaneros Hipnotik que antes de empezar su miniconcierto en el Barsito dijeron "Vamos allá, que probar es de maricones". Por encima del comentario, sé que es imposible que todos los grupos prueben y que todos los bares estén acondicionados. Ahora, daba pena ver cómo bandas que habían hecho un buen número de kilómetros sonaban a rayos, se enfrentaban a cables que no querían entrar en la clavija o pasaban de funcionar, y a salas/bares medio vacías por las horas o el exceso de conciertos.




Soltada la queja-siempre en positivo y esperando que cada año el Monkey vaya a mejor-, me toca comentar qué cosas he visto, qué grupos he descubierto y esas cosas. Tengo que decir que, pese al sonido, la mejor propuesta de la fiesta de presentación (Viernes noche en el Monasterio) fue el concierto de los GAF y la Estrella de la Muerte. Altamente recomendable en disco y en directo. Música estimulante, experimentación y personalidad marcada.



Marina, durante su actuación en el Monkey (Foto de Pablo Bernardo)

Marina Gallardo, que forma parte del mismo hogar discográfico que los GAF: Foehn Records, es ya una fija del festival. Y en los tres años de Monkey ella ha crecido en discos y en directos. Su folk tímido, desangelado e inexperto (en el mejor sentido del término, que soy fan absoluta del amateurismo), con banda se ha tornado en una propuesta más madura, sólida y consistente. Su voz es cada vez más PJ Harvey y menos Tara Jane O´Neil.

Barbas ganadoras: I am Dive

Vamos a pegar un salto en el orden cronólógico de conciertos para seguir con la escudería Foehn Records. I am Dive, uno de sus últimos fichajes, tocó el lunes en el escenario de la plaza dentro del concurso Desencaja para grupos andaluces. Y ganó. Su ramillete de EPs sentan las bases de la que será una de las bandas fundamentales de próximos años.

Aliment
Otras impresiones y conclusiones: Rusos blancos-con disco divertido, estribillazos y producción cristalina- gran chasco. No me vale lo del sonido, porque excepto algunos de la plaza y el monasterios, todos los showcases sonaban mal. Estaban embajonados. Cero comunicación y pasión. Todo lo contrario que las bandas de La Castanya: Aliment y Furguson. Un sello del que cada vez soy más fan y que está apostando por los cachorros del sonido hardcore y punk-rock de Barcelona. Sangre nueva ¡ Vivaa!




Aliment son unos proto-Feelies con mucha actitud. Y Furguson son ganas de pegar botes, de que te vuelva a salir acné y aporrear una guitarra con rabia. Sonaron atronadores. Me encanta ver que gente pequeña tiene ganas de tocar, será porque en Andalucía siguen considerando "circuitos de pop rock joven" a escenas que ya rozan la cuarentena...Aunque ojo, me quedé con ganas de ver a los Monkeypriest, droga dura sevillana directa de los locales del Charlie rock-que finalmente se cayeron del cartel del Milwaukee.
El mejor showcase no lo vi. Chupaconcha la lió. Venga a loopear el saxo y venga toques de batería con gusto. Y yo abajo, mordiéndome las uñas. Marcos Doo and The Secret Family nos amenizaron la mañana soleada de domingo curando resacas. Al concierto de Mucho llegué a una canción. Pude ver el derroche de control y pude inferir "Chicos, jugamos en otra liga. Mira nuestro equipo". Poco más puedo decir.


28 de octubre de 2011

Construyendo nuevos relatos. El poder de un estribillo


Tras la lectura de este texto de Miguel Romero -con el que no estoy cien por cien de acuerdo, pero que creo tiene mucho de reflexión necesaria ante un conflicto complejo- me quedo con una idea: A menudo el relato, la historia o la narración ensombrece la información y finalmente al consenso. Él utiliza esta afirmación hablando sobre la disolución de ETA y el relato de la victoria como pensamiento único instaurado en la mayoría de los medios de comunicación españoles. Yo la tomo en relación al movimiento social que surgió en torno al 15M.


Pancarta vista en Sol durante las manifestaciones de mayo de 2011

Estoy harta de debatir con buenos amigos el carácter de todas las manifestaciones y acciones que se han ido desarrollando desde entonces en casi todas las ciudades españolas. Aunque claro, ese relato 'quincemayista' -muy a mi pesar-a veces cae en la propia inercia y las rutinas productivas de los medios de comunicación masivos y construye un discurso centralista e individualista que llega incluso a la simplificación y el estereotipo. Ojo, seamos críticos, no son sólo los medios masivos los que estereotipan el movimiento.



Cabecera del bandcamp  de Fundación Robo y portada dek fanzine ¡Organización!


Por eso, iniciativas culturales del tipo de Fundación Robo son especialmente positivas. La música, pese a la alergia que existe en este país por la canción política- motivada claramente por la herencia de otro discurso único: el de la Transición- siempre ha sido un canal de difusión de ideas y cohesión social (desde la buena interpretación del término, eh)
“Es hora de dejar de gritar solos al televisor y salir juntos a la calle” dicen en su web. Robo tiene de su parte todo lo que la música puede unir para divulgar. Y, como en su momento hicieron los juglares y trovadores, pueden comunicar y enseñar aspectos complejos con herramientas sencillas. Es una red formada por muchos entre los que destaco-por gusto personal- a Roberto Herreros y Karlos Osinaga, a los que admiro profundamente como músicos y a los que sigo desde hace tiempo en proyectos apasionantes como Bidehuts o Ladinamo.





Viñeta de El Roto

Según Marta, de Discos Libres, la Fundación Robo sería “Un Wu Ming musical que funciona no sólo para diluir la autoría sino también las formas de representación hegemónicas de nuestra música indie”. A mí lo que más me gusta de esta propuesta es que aglutina a músico de muy diferentes estilos y procendencias y tiene una clara vocación colectiva, más allá de protagonismos personales.
 La idea la explica Roberto Herreros en un artículo para el fanzine Organización. No subestimemos pues el poder de un estribillo. Y cómo reza el disco de Grande-Marlaska, otro de los proyectos de Herreros- es el momento de hacer.
 



26 de octubre de 2011

Al abrigo de la manta de Graig Thompson





'Blankets' (Astiberri, 2004) era la más ambiciosa novela gráfica de Craig Thompson. Un  autor que debutó con 'Adiós, Chunky Rice' y que gracias a su segundo trabajo no sólo recibió las mejores críticas del mundo especializado, sino que en mi opinión abrió las puertas del cómic de par en par a un público mucho más general. Lo hizo 'Blankets', como la ya mítica y superventas, 'Maus'. Es una obra poco común tanto por contenido como por formato. Según he podido leer, es extraño publicar una novela gráfica de casi 600 pgs sin serialización previa. Lo mágico es que Craig Thompson contó en viñetas cómo fue su primer amor. Los capítulos son cuadros. Cada cuadro se cose a los otros y forma una manta. La manta nos abriga desde entonces.





Ahora, espero como agua de mayo que me presten 'Habibi' (Astiberri, 2011), auque igual me la compro y todo. La edición es una pasada. De nuevo una novela gráfica de muchas páginas y un acabado físico perfecto. Parece ser que Thompson ha tardado un total de siete años en terminarla. A través de un paisaje de desiertos y harenes 'Habibi' cuenta la historia de Dodola y Zam, una pareja de refugiados. Espero que sea tan maravillosa como 'Blankets'.



25 de octubre de 2011

Cuando las cosas hacen ¡BUM!

Estos días de la mano de la lectura de 'Mil violines' de Kiko Amat, me ha dado por pensar en cómo llegué a aficionarme tanto a escuchar música y de cuáles han sido mis pasos desde entonces. Una especie de 'taller de memoria' (como el disco de los Jonston) para explicar mis vinculaciones con la música popular a lo largo de mi vida. Dijo David Morán, en una apasionada reseña de 'Rompepistas', que es la novela que todo adolescente debería leer en el instituto por prescripción de los planes de estudio. Yo lo suscribo totalmente. Es hora de empezar a dar importancia no sólo a la enseñanza canónica, que la tiene, y confiar un poco más en La Escuela Moderna.


Mientras más lo odian los jevis, más amo a Kiko Amat. Para una chica cuyo juego infantil favorito era realizar magazines musicales grabados en el radiocassette de osito-obviando el contenido musical, en el que había mucho de aquellos vinilos recopilatorios tipo Boom 89 heredados de los Reyes Magos de mis hermanos mayores-,ganarse el pan escribiendo, y escribiendo de música es motivo de la más mala de las envidias humanas. Partiendo de ella, lo que me gusta de Kiko Amat tiene que ver mucho con mi tendencia a aferrarme a la postadolescencia enfermiza, empecinarme en sentir nostalgia por todo y en pensar en la música como uno de los elementos indispensables para la vida en la tierra. Ah, una cosa más; nuestro amor incondicional a Francisco Casavella.
 
Complejo de no ser una auténtica 'collector'
Kiko y yo, no obstante, nunca seremos amigos. Según su libro 'Mil Violines' (Mondadori, 2011), una persona que tenga unos 50 discos y que no sean vinilos, no es digna de ser mirada. Yo tendré unos 300 cds y 50 vinilos. Soy del 84, crecí con las TDK y el CD irrumpió en mi vida prácticamente para irse de la mano de herramientas diabólicas tipo Emule, Soulseek y más tarde Rapidshare, Megaupload y Mediafire hasta la llegada del Spotify. Menos mal que por el camino me encontré con algunos amigos que actuaron a modo de dealers, como los llama Amat, y me metieron el gusanillo del gusto por los discos, las ediciones y el pasearse por las tiendas de discos.

Kiko Amat


La ausencia de subculturas adolescentes en mi pueblo
En el terreno musical tengo la sensación de siempre haber llegado tarde a todo. Aunque eso también me lleva a la reflexión de que no hay actitud más hipster que ésta. Creo que yo que el Sant Boi del 87 que él retrata en 'Rompepistas' (Anagrama, 2009) con sus skins y sus punks era mil veces más urbanita que mi pueblo de la sierra onubense. Pese a todo, el autor se empeña en hacernos ver que su ciudad era lo más cutre del globo y eso no tiene pinta de ser tan así. De hecho, en 'Harto de todo' (Bcore, 2011), que viene a ser el 'Por favor, mátame' del punk barcelonés, muchos de los entrevistas apuntan la escena de San Boi como una de las consolidadas y adelantadas al momento.

A mí es que, pese a gustarme mucho la música, nunca se me ha dado bien ser una inadaptada social. Otra condición que falla a la hora de ganarme la simpatía del mod barcelonés que nos ocupa. Aquello de la mítica canción garagera 'Born Loser' no se cumple. (La canción la puedes escuchar AQUÍ)
 
 A lo máximo que llegué es a lo típico. Leer poesía suicida en el instituto, un poco de filosofía existencialista y escuchar algunos temas grunges (Sé que a Kiko Amat no entra la poesía y no soporta lo arty, sesudo e intelectualizado aunque luego se encargue de proyectos de Spoken Word tipo 'C60' en el Teatre Lliure). Si tuviera que confesar cuál fue mi primer cassette, supondría mi ruina personal. Un detalle biográfico más: bailé la coreo de Las Spice Girls justo antes de la extinta 'Superpop' me salvará de las garras del diablo con su obsesión por los últimos y más superficiales coletazos del britpop. Es así como mi carpeta escolar se llenó de fotos de los hermanos Gallagher.
 
 
 
Let's Blubbing Together!!
En el instituto, mi compañero de mesa al que llamábamos desde el pleno desconocimiento 'el Popi', me habló por primera vez del Northem Soul. Fue de la mano de los primeros discos de Belle and Sebastian y la influencia supuesta que tenía en sus componentes Stuart Murdoch y Cía.


 La verdad es que el pleno gusanillo musical vino de la mano de conocer a los chicos del Blub, un fanzine sobre música y diseño, y de la mano de una mítica del indie cordobés-sevillano 'Martasugus', ahora reconvertida a community manager revolucionaria y otras historias 'quincemayistas'. Además, picha canciones bonitas para bailar en muchos bares de Madrid como Patty Hearst. Ella me dio a conocer a la gran dama del twee, Amelia Fletcher, a Heavenly y todo lo relacionado con la C86 y Sarah records. Y a partir de ahí las cosas hicieron BUM! Como en la segunda novela de Amat.

24 de octubre de 2011

Úrsula, 10 años por amigos


La primera imagen que puedes tener de David Cordero, cabeza pensante de Úrsula, es de un tipo serio. A los 10 minutos no puedes parar de reír. Normalmente cuando algo le apasiona le brillan los ojos- y la música es su pasión absoluta- . Ni siquiera él podría imaginar cuando empezó a aporrear una batería la de cosas que iba a sacar de su absurda afición por la música. En 'Fuerza Mayor', canción que abre su 'Mejor seguir al silencio', dice algo así como “mis amigos tienen hijos y yo guitarra y discos”. Y no sé imaginan la de guitarras y discos...Entre ellos, los suyos. Sus primeras maquetas con artworks improvisados, collages hechos por él mismo, un amplio ramillerte de Eps que ha ido dejando en el camino (a modo de bisagras en las que entender los saltos estílísticos entre disco y disco) y los álbumes. Por cierto, que el diseño y el libreto de este disco es una auténtica maravilla con ilustraciones de cada uno de los grupos que participan. Todo trabajo de Roger Crespo, de Balago.



Si un músico lleva diez años componiendo, es lógico que sus canciones cambien, como cambia la persona, su entorno y su vida. En las escenas musicales más independientes no es común encontrar grupos con amplia trayectoria. Ya sabéis: No se saca dinero, con los años vienen las responsabilidades familiares. Es prácticamente imposible mantener el ritmo. ¿Informático de día, rockero de noche? La conciliación es difícil. Y ya ni hablamos de la propia inmediatez de géneros como el pop o el rock, siempre vinculados a lo joven, de la mano de generaciones y modas pasajeras.

Por eso, lo realmente bello de este disco de versiones y remixes de algunos de los mejores amigos musicales de David no es otra cosa que tener en tus manos una cronología perfecta de cómo ha ido variando Úrsula. Abanderado por excelencia del cortavenismo slowcore nacional, aquellos chicos de La Isla escuchaban música triste mientras bebían cerveza y buscaban a su primera novia. Llegaron las primeras bajas en la banda y en sus corazones, y con ellas las cajas de ritmo, los glitches, el folk de tintes electrónicos. Aún así los reverses y los arpegios ursulinos seguían brotando en cada canción. Son guitarras inconfundibles, tatuadas en los recuerdos de los que pasamos la postadolescencia caminando por ciudades lluviosas de la mano de sus canciones, Y la voz de Cordero fue cobrando presencia y empaque. La melodía seguía siendo apesadumbrada, pero cada vez había menos dudas, menos carraspeos, menos miedo. Hasta el día en que su música se mecía en las aguas tranquilas del ambient y las atmósferas pausadas no pedían fraseos hirientes. David había dominado su susurro en temas como 'Dejadme sólo', era una voz grave, ronca, profunda y con matices. Y ya no quiso cantar más.

Su lenguaje se hizo más sencillo y más complejo a la vez. Las cuerdas y los teclados comenzaron a obsesionarle. Si antes sus canciones eran herméticas, ahora encierran tras la aparente belleza mensajes difíciles de descifrar.


bRUNA reinterpreta 'Capítulo Siete', del disco 'Hasta que la soledad nos separe' (Foehn Records)



Blacanova versiona la mítica 'Infidelidades Múltiples' del disco 'Todo vuelve a ser lo que no era' (Foehn Records)



Los canarios Pumuky versionan 'Dejadme Sólo' del EP 'Cuando no hay nada que decir' (Moonpalace Records). Acaban de editar 'Plus Ultra' (Jabalina), en la que David Cordero participa en las guitarras de varias canciones.


Los barceloneses Balago no podía faltar. Compañeros de sello, ambos grupos fueron las primeras referencia de Foehn Records junto con Apeiron. Versionan 'Después del atardecer' de 'La banda sonora de mi funeral', su álbum debut.



Abel Hernández, El Hijo, reinterpreta uno de las letras más lúcidas de Úrsula en 'Triste pero Cierto' también del primer disco. Migala fue la formación compañera de batallas nocturas y referencia absoluta, junto a Arab Strap o Spain, de las maqueras y el sonido más primerizo del grupo.



Tanhäusser son uno de los grupos más próximos a Cordero. De hecho, Raúl Burrueco ha tocado con Úrsula en diversas publicaciones y en varios conciertos. 'La Minoría Silenciosa', tema de su último disco, adquiere tintes próximos al shoegaze y el post rock de corte más elegante.  


Dani llamas es otro apasionado de la música que versiona 'Igual da igual' del EP '3 canciones para Moonpalace'. Quizás la única canción de amor, que no desamor de Úrsula.




Son muchas más canciones y muchos más amigos. Esto es tan sólo una muestra. Todas las versiones pueden escucharse en La Nadadora, que la semana pasada realizó un especial previo a la salida del disco, que, como no, será editado por Foehn Records.

13 de julio de 2011

Salem y Los Boroboro

Este video me parece una pasada, aunque no soy muy del disco de Salem- creo que lo han sobrevalorado, pese a que el respetable Javier Blánquez lo pusiera por las nubes en Playground-. Gracias a él he descubierto cosas sobre los Boroboro, una tribu nómada del Sahel de Niger en el que el hombre seduce a la mujeres, nunca mejor dicho, con la mirada. Las pinturas y las cicatrices que les hacen desde niño son otros de los puntos fuertes del cortejo, que se celebra cada Gereewol, una especie de ceremonia en la ellas eligen.

Lástima que el álbum debut de Salem, 'King Night', no me termine de entrar. Aunque lo que proponen, una curiosa mezcla de hip hop, ambient y shoegaze me interesa. ¿Pasará por fin la hegemonía del dubstep en aras de los nuevos grupos de la escena darkwave de la cosecha 2010/2011? Seguiremos informando, tratando de desechar tanta etiqueta musical.









26 de mayo de 2011

De jaramagos y ordenadores


Con diferencia y sin lugar a dudas, bRUNA es a día de hoy uno de los proyectos musicales más estimulantes de la escena electrónica española. De repente, en un momento de tedio de esos en los que no saben en los que invertir tu valioso tiempo, me da por entrar en su myspace y encuentro estas imágenes. Instantáneas cargadas de toda la magia, la emotividad, la ingeniudad y la inocencia de la música del productor barcelonés.




Porque 'And it matters to me to see you smiling' (spa.RK, 2009)  es el disco de los pequeños detalles, de los recuerdos borrosos de infancia en los que jugabas con tus hermanos, aprendías a tirarte a la piscina, en los que besabas a alguien por primera vez o te rompían el corazón. Momentos de amigos e intimidades, de sueños de niñez, de la belleza de una vida intensa, corta y con tendencia  a la nostalgia contenida, como las veces en las que te da vergüenza que te vean llorar o pegas un traspiés que ocasiona una caída estúpida delante de gente con la que no te apetecía nada hacer el ridículo.







27 de abril de 2011

El metraje de la nostalgia y la neurona del empatía


Cuando alguien como yo lee el título de una película que se llama 'Todas las canciones hablan de mí', algun tipo de resorte se activa en su cabeza. Es arriesgado moverse por impulsos, pero en este caso la primera impresión se confirmó poco después. El teaser de la peli daba algunas pistas: la historia de una ruptura sentimental de una pareja de casi treintañeros algo intelectualoides con alta carga literaria y musical.

 'Todas las canciones hablan de mí' es cine con identidad. Identidad con la que, además, me siento bastante identificada-como no y valga la redundancia-. Un buen amigo dice que si en un concierto hay una armónica, ese concierto automáticamente le gusta. Bien, a mí me pasa un poco con la poeta argentina Alejandra Pizarnik. Así que, entre otras cosas, esta película me ha cautivado por sus referencias literarias, entre las que se encuentran varios de mis escritores de cabecera como la propia Pizarnik, Fernando Pessoa o Milan Kundera. Lo que menos me agrada, eso sí, son las alusiones tan explícitas a estas citas literarias, no sé, hechas deliberadamente, con poca naturalidad. Justificadas en el fondo, pero no en la forma. No obstante, este tipo de detalles le dan ese aire amateur a la cinta que la hace mágica y bella. Tú ves 'Todas las canciones hablan de mí' y estás visionando la primera película de un joven guionista, Jonás Trueba, amante del cine, la literatura, la música y las cosas bellas. Un joven con pretensiones y sueños que no caer en ser pretencioso.


Leí hace poco una entrevista a Bárbara Lennie, la protagonista, en la que le preguntaban si ésta era una película generacional. Ella dijo que no creía que era fuera la vocación primigenia de este largo, pero que de alguna forma lo conseguía a juzgar por los comentarios que sus amigos le habían hecho. Para mí es absolutamente una película generacional. De jóvenes ultrapreparados, cultos, urbanitas, enamoradizos, inseguros, encantados y temerosos a partes iguales del mundo en el que les ha tocado vivir. Soñadores como pocos y resistiéndose a despojarse de ellos así sin más. Zarandeando el amor y exprimiéndolo antes de que deje de ser eterno una vez más.

Desde el punto de vista formal destacaría muchas cosas de la película. Está compuesta por secuencias largas y pausadas, sincronizadas con diálogos bellos y ciudados, textos medidos con bastante profundidad que logran escaparse del artificio. Ahí mucho tiene que ver el trabajo de sus actores principales con un Oriol Vila metido hasta la médula en la piel de Ramiro Lastra, su personaje.
Me gusta mucho cómo está rodada. Se nota que la cada plano está buscado, que ninguno es gratuito, que no se escatimado en encuandres. Los objetos, las habitaciones y las calles son personajes más de la cinta-calles que son las mismas que todos hemos recorrido, plazas en donde nos hemos sentado y terrazas en las que hemos bebido y reído deseando retener esos instantes. Si aparece la habitación de Ramiro de casa de su abuela, vemos una habitación con una decoración pelicular formada por muebles de cuando era niño, otros propios de la etapa de estudiante. A fin de cuentas, una habitación que nos narra cosas de su pasado pero tan veladamente que es raro que te fijes en eso. El apartamento de la pareja está plagado de objetos que hablan por sí solos.




 Me encanta el tratamiento de la luz, cuya intensidad se regula en función a la trama y es utilizada de forma sencilla pero eficaz. Y sobre todo esa iluminación que reviste Madrid de una forma delicada y dota a la ciudad de una armonía inexistente. Por cierto y que no se me olvide, más me gusta el sonido; con combinaciones muy lúcidas de anbientes, música en fondo y primer plano de lo más convenientes. Con una voz en off reflexiva y susurrante, con todo melancólico y un toque de omnisciencia buscada para esconder lo autobiográfico.




Sabemos cosas de los personajes sin caer en estereotiparlos vistiéndolos de tal u otra forma. Su estética es simple, depurada, habla de ellos pero no los define, no los encasilla. Tampoco ninguna de las localizaciones ni decorados. No son grandilocuentes, ni modernísimos. Son absolutamente creíbles, gente sencilla, de carne y hueso, de los que se levantan a desayunar y se les ha acabado el pan y tienen que ir al chino. En el piso de Andrea y Ramiro podría vivir perfectamente yo. Y yo que soy muy del club de los 'verosimilistas' viendo cine disfruto con eso. No soporto las cosas típicas de ficción como por ejemplo lo que ocurre en la horrorosa serie 'El barco': se acaba el mundo, sólo quedan los de un barco, pero todos los días tienen un mega desayuno en la mesa con zumo recién exprimido y croissants a tutiplén- un poco de por favor así no hay quien empatice-.

Pero con lo que más disfruto es con la cadencia de la película, con las escenas bien montadas. Con los capítulos diferenciados y esa estructura y tipografía taaaan de las pelis de Eric Rohmer. Porque eso sí, este director se ha metido un chute de Nouvelle Vague. Ahora bien, lo interesante es cómo ha logrado esa mezcla sutil entre pedantería, humildad, complejidad y simpleza que por ejemplo siempre caracterizó a otro de los grandes del cine francés. a Truffaut. Ramiro Lastra, sin duda, es un Antoine Doinel de Malasaña. Se van de discoteca y borrachera y bailan tecno al rítmo de una canción de Nacho Vegas.



 Es una película que me emociona y me hace confiar un poco más en las historias que al cine español les queda por contar. Tiene que ver con mi edad y mis gustos 100%. Cuestión de empatía, supongo. Tendré que ese capítulo de 'Redes' en el que hablan de la neurona que segrega la sustancia que la causa. Neurona absolutamente necesaria para todo buen espectador de cine que se precie. Por cierto, el monólogo final es una maravilla.