16 de marzo de 2012

El RUIDO de la periferia


Dos guitarras, un batería y una pipa. No sé cuántos cambios de guitarra a lo largo del concierto, un arsenal de amplis y una pedalera como dios manda. Así a bote pronto es lo que puedes observar en un directo del trío gallego Disco Las Palmeras! que llevan ya unos años dando mucho ruído-literal- y que el año pasado sacaron su primer disco 'Nihil Obstat' (Matapadre, 2011). Un nombre que bien podría ser el leimotiv del grupo, ya que significa "si nada lo impide" y suponía el visto bueno de la censura eclesiástica para que una obra viera la luz.



Parece que a los de Lugo les gusta jugar con el despiste y empiezan desde el nombre de la banda. Disco Las Palmeras!- Ojalá lo hayan elegido por la discoteca de su pueblo- suena a tropicalismo y voz de selva al más puro estilo El Guincho o Animal Collective. Puede que compartan cierto amor por la distorsión y las texturas y creo que incluso con los últimos masterizador neoyorkino, pero nada más lejos de la realidad. Disco Las Palmeras! es un cóctel explosivo de noise de reminiscencias noventeras y el shoegaze más gaseoso tipo Slowdive. Dejémoslo en rock puramente alternativo. Yo los hermanaría con bandas como La Débil, Lüger o EdredóN.



Ahora que parece que, tras el 15M, y con gente como Fundación Robo se ha abierto el debate sobre música y política, Disco Las Palmeras!  vienen al pelo para comprobar como el panorama independiente cuenta con grupos comprometidos, con opiniones políticas, sociales y religiosas formadas y que la expresan en sus letras. El primer corte del disco, 'Casa Cuartel' describe los pensamientos y sensaciones que tiene una persona que vive la explosión de una casa cuartel. Todo ello sin entrar en posicionamientos y valoraciones. Ojo, no son nada panfletarios. 'A los indecisos', 'Los nuevos nihilistas', 'Los economistas' o 'Testigo de dios'-en una onda planetera espacial preciosa- dan fe de eso.


Disco Las Palmeras! - A los indecisos por Matapadre

 Así que con la elección del nombre una de dos: o pierden adeptos, que piensan que van de otro rollo completamente, o los ganan impulsados por el tirón que ha tenido estos años la llamada de los tambores. A fin de cuentas, al final Disco Las Palmeras! siempre ganan y es fácil averiguar por qué: sonido atronador y letras apabullantes. Por eso, es difícil que quien vaya a un concierto suyo se quede indiferente.


Parece que en las periferias musicales españolas (fuera de Madrid y Barcelona, quiero decir), las bandas se deciden por sonidos más crudos e incómodos. De hecho, el post-rock y el shoegaze de tintes más oscuros se está haciendo en lugares como Galicia, Asturias, Murcia o Andalucía. Mientras que los centros de la actividad musical-la factoría de crear escenar a través del circuito de revistas-salas-festivales, están más por la labor folk, por los grupos de 20 personas y la explosión del ukelele.



Ayer en el auditorio del CICUS, en Sevilla, hacía mucho mucho calor. De hecho, olía a sudor. Iba al concierto con expectativas muy altas. En la pasada edición de Monkey Week me los perdí y ya me habían comentado que tenían un directo arollador. Escuchando 'Nihil Obstat' (Matapdre, 2011) no me podía hacer una idea de cómo iba a ser realmente el concierto. Empezaron tímidos, si no me equivoco con un tema nuevo-al menos yo no lo conocía-. Y a partir del segundo tema fueron calentando motores hasta desatar la tormenta. Repasaron casi el disco al completo y fueron incorporando algunos temas nuevos que, según su vocalista, "están cogidos con pinzas". No hay forma más ilustrativa de contar cómo sonó el concierto que describir la portada de su disco. Violento, afilado y rebelde. Una propuesta ambiciosa que no te deja respirar ni un segundo.

A modo de anécdota, en el bis sacaron una botella de Canasta y el cantante-guitarra hizo que bebía a morro. Por cierto, que el otro guitarra se dedicó a maltratar su guitarra e inclusó utilizó un botellín de Cruzcampo para tocarla. Yo la verdad es que sufrí por el instrumento y ya sé que mi actitud no es muy de rock&roll, pero es que la guitarra molaba mucho y es una pena. Aunque, eso sí, dieron espectáculo.

2 comentarios:

Ender dijo...

Yo los via hace unas semanas a su paso por Madrid y me gustó su crudo directo.
Eso si lo del nombre...pero mira Echo and the bunnymen...


pd: por cierto fotazas ¡

capítulo siete dijo...

Gracias!! No estaba muy convencida del resultado de las fotos!