18 de marzo de 2011

Russian red hasta en la sopa


El disco de Russian Red llegó a mis manos cuando tuve que reseñarlo en el suplemento de música de los jueves de 'El Correo de Andalucía'. Creo recordar que no lo puse del todo bien, dije que siendo un disco de manufactura impoluta pecaba de pretencioso y encina copiaba descaradamente a Joanna Newson. La cosa es que luego me fue gustando, pero claro la sobreexposición mediática de Lourdes terminó por hacer que le cogiera manía.


 No es que me caiga mal la chica, sobre todo, porque no la conozco. Era un sentimiento muy español, creo yo. Tocaba en todos los festivales, salía en todas las revistas, ya no sólo en las musicales, si no en las de moda. Era la imagen de una de mis marcas favoritas de ropa, le hacía las fotos de promo Lauraencursiva, la fotógrafa guapa y cool que toda banda de indie-rock se quisiera trajinar a cambio de un buen book.

Luego, me enteré de que había grabado con amigos míos en los estudios de Fernando Vacas ( y que la cosa había ido peor que peor. La versión de mis colegas es que se había portado fatal y que una vez que tuvo cierto éxito rompió por completo con los que le dieron la oportunidad de grabar y pusieron todos sus medios a disposición. También me quede flipada cuando vi el loft que la señorita tenía en Malasaña. Lo ví en un programa de Mapa Sonoro en el que invitaba a los reporteros a desayunar y nos enseñaba la de pasta que había ganado con 'I love your glasses'. ¿Era rica de antes o es posible que un músico indie gane esa pasta gansa? Me hablaron de cachés desorbitados y me parecía realmente injusto que a unos les paguen tan poco y a otros tanto. Pero vamos, esa es la historia de siempre...



Ya este año me bajé un intento de peli 2.0 en el que el guionista había utilizado historias de chicas de los fotologs. 'Ingrid' se llamaba el engendro en el que desfilaban en una medio casa okupa cool barcelonesa toda la plana mayor: Manos de Topo, Krakovia, La Casa azul y ella, Russian Red. Después vi engañada la peli de Julio Medem, 'Habitación en Roma' y ala, canción de la banda sonora. Poco después, ¡ Zas!, nominación al goya...




Un motivo más para hacerme rabiar es que por su culpa, las megagafas de vista se pusieron de moda entre los modernitos. Yo tenía mis Rayban wayfarer de sol con cristales de vista desde que en un Tanned Tin me copié de una plumilla musical guapísima y maravillosa (que, por cierto, es una de los pocas críticas que tiene una buena posición laboral en el mundillo de la prensa musical). Eso fue en 2005 y en mi barrio los canis -expresión sevillana que define a algunos chicos de barrio bastante marroneros. Lo mejor es ver la peli ' 7 Vírgenes' de Santi Amodeo para enterlo-se metían conmigo y me decían 'Betty, la fea'. Ahora, las llevan puestas.


Ahora sí, Russian Red es bella, tiene un cutis envidiable y unas fotos preciosas para enseñarles a sus nietos. Siempre lo pienso cuando las veo, porque yo no tengo fotos bonitas y pienso que mis nietos no verán a su abuela guapa en la vida. Su disco debut, para ser un primer disco, es bueno. Y creo que después de lo que he leído de Íñigo López Palacios, en cuanto pueda voy a escuchar su segundo trabajo. Ha fichado por Sony, se ha ido a grabar a Glassgow y se ha hecho amiga de Belle&Sebastian. ¡Eso sí que me da mucha envidia, la verdad! Pero quiero hacer un esfuerzo por no juzgarla más por la sobreexposición mediática. Basta de que hagamos esto con las chicas, porque los músicos chicos no están sometidos a ese juicio público.

 Tengo que superar esa idea de que los músicos a los que admiro son buenas personas y me tienen que caer bien. Porque no es así.

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