7 de enero de 2010

Sonrisas y reverberaciones

Eingya de Helios (Type Records, 2006) se ha convertido en uno de mis discos favoritos. De esos que atrapan a fanes tanto de Nick Drake como de Boards of Canada y me quedo cortísima. Con él llegaron las canciones preciosas de Peter Broderick, Rafael Anton Irisarri, los coqueteos folkitrónicos (puestos a palabroinventar) de Grouper, y otra vez Keith kenniff esta vez como Goldmund y como no, el Choral de Mountains. Sin embargo, será ese lado amable el que me atrae de la música ambiental porque mucho me han costado los drones hipnóticos de Tim Hecker y los atrapadores paisajes de Stars of the lid.



No sé que ha ocurrido. Pueden ser los años, puede ser el mes, puede ser la nostalgia o quizás el mensaje, porque las canciones instrumentales tienen mensajes cargaditos de historias con principio-nudo-desenlace como cualquier otra aventura narrada con toda clase de detalles, con pelos y señales, con nombres de ciudades, protagonistas, actores secundarios. Con adjetivos, con mapas del tiempo, con relojes marcando la hora...Y todo eso lo he aprendido gracias al eterno Sadly, The Future is no longer what it was de Leyland Kirby. Y tampoco sé muy bien por qué, pero me gusta. Y es lo primero que me gusta de este 2010, aunque el álbum sea de 2009.




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