12 de noviembre de 2014

Gil de Biedma y el pop, y el folk y el rock...

LLegué a Jaime Gil de Biedma tirando del hilo de sus cartas a Luis Cernuda, uno de mis poetas favoritos. Y de repente apareció ese poema titulado 'Noches del mes de junio', que termina con esa aplastante "pero también la vida nos sujeta porque precisamente no es como la esperábamos". Me puse a investigar y apareció ante mí 'Poemas Póstumos' con algunos textos de estos que te acompañan y te hacen pensar que a todo el mundo le pasan las mismas cosas una y otra vez, como en bucle.

Dice en 'Una clara conciencia de lo que ha perdido': "Una clara conciencia de lo que ha perdido es lo que le consuela. Se levanta cada mañana a fallecer, discurre por estancias/ en donde sordamente duele el tiempo que se detuvo, la herida mal cerrada." Pienso en la canción  Soplar La Herida de Viento Smith y todo cobra aún mayor significado.



"...y la herida que ha quedado se abre como una mano y me acaricia con paz. Es el dolor afilado de la esperanza que ha terminado, pero no se va a marchar. Jamás".

Ahora suena Sun Kill Moon, y ese doliente You missed my heart, mientras releo versos no menos dramáticos que Kozelek: "tardan las cartas y son poco/para decir lo que uno quiere. Después pasan los años, y la vida (demasiado confusa para explicar por carta)"... y llego a esa parte en la que Gil de Biedma hace de su biografía la de todos: "has desaparecido. Y estamos los dos solos y en silencio, en medio de este día de domingo, bellísimo de mayo, (...) Ahora las montañas parecen más cercanas. Y, por primera vez, pensamos en nosotros."



"Looking out the window up at the blue sky, listening to her scream, listening to her cry, a feeling of relief came over my soul. I could't take any longer and I lost control".

23 de julio de 2014

Mis 10 años de Nueva Vulcano y muchos veranos por solucionar


Foto de 'Hasta la Boya y volver', el libro de fotos de Alberto Polo que documenta los diez años de Nueva Vulcano. 

Puede que Nueva Vulcano sea uno de mis grupos favoritos y este año, justo cuando han vuelto a los escenarios y han sacado un precioso 7" con un libro de fotos fetén, cumplen diez años en activo. Mucho ha llovido desde ese 'Principal Primera' que tuve la oportunidad de escuchar en directo en un sótano de la ya extinta discoteca Wall Street de La Buhaira sevillana. Ese concierto, como otros tantos y cada cual en sitios más insospechados (hasta una lonja de pescado en la avenida Rocío Jurado de Chipiona), fue especial. No sólo por lo insólito del lugar, se iba la luz cada dos por tres y había hasta chisporrotazos, sino por los que nos juntamos allí que, sin saberlo, luego seríamos amigos, colegas o compañeros de conciertos míticos.

Sería 2004 o 2005, los teloneaban los jerezanos Shake Before Use, que en aquel momento eran maqueteros, maqueteros, pero que ya hacían gala de que Jerez de la Frontera es, sin duda, el reducto del hardcore al sur de Despeñaperros. Si 'Quiromancia' nos hacía vibrar, cuando sonaban los primeros acordes  de 'La venda negra' el local se venía abajo. Y eso que seríamos 40. No sé si ese concierto lo propició Antonio Soto, supongo que sí. En aquel momento el llamado Colectivo Deriva organizaba conciertazos en la ciudad. Gracias a ellos, los más pequeños (esos años éramos pequeños, sí) pudimos disfrutar de cosas bastante difíciles de ver en Sevilla.

Foto del concierto en el Holandés errante de Sevilla en marzo de 2010

Durante mucho tiempo era la niña que estaba en el concierto de los Nueva de la Wall Street para los chicos asiduos a los conciertos. Durante los siguientes meses, mis colegas se dedicaron a comprarse los All Stars negras enteras (puntera, lona y goma de la suela) que llevaba ese día Artur Estrada. De eso en las tiendas de Deportes de aquí no había. Todos querían ser Artur, tocar con esos movimiento espasmódicos y dar con frases inteligentes que contenían la misma dosis de sensibilidad que de brutalidad. Cualquier sensiblonería en las canciones de Nueva Vulcano se tornaban importantes, "míticas como tú necesidad de enfado", que canta Artur después en 'Sagrada Familia' de 'Juego Entrópico'.



En 'Los peces de colores' su sonido cambió, sus letras eran más simples, todo era más pop, más abierto y luminoso. Quizás se habían hecho mayores, habían crecido en catalán como explican en 'Esto no es París' y el nuevo siglo les pedía luz e hijos, como cuentan en 'Amor Moderno' precisamente de este último disco. Aún así han sido 10 años íntegros, siempre tocando en los sitios en los que querían tocar, siendo amables, cayendo muy bien a sus seguidores, manteniendo una relación prácticamente de intimidad con ellos; cuidándolos, creando escena en definitiva. Una escena independiente en mayúsculas en la que el amateurismo, la convicción, el compromiso ético y estético y el amor por la música han primado por encima de todo. Por eso, me gusta tanto lo que hacen. Por eso, me gusta que cumplan años. ¡Felicidades! 

11 de julio de 2014

Nunca es tarde si la música es buena

Hay dos discos de estos que se supone debería haber escuchado y escuché poquísimo en el momento en el que se editaron. Hoy, pasados los años, han venido a mí en distintos momentos de este primer semestre de 2014 para demostrar la máxima de que nunca es tarde si la música es buena.

Estos son los Lori Meyers de 2013, en 2005 no eran tantos.

Los Lori Meyers son de mi quinta y han crecido conmigo. Cuando Houston Party editó 'Viaje de estudios' yo ya lo había visto en algún concierto minúsculo cuando todavía tenían maqueta. En 2004 (creo que era ese año) teníamos veinte años y estábamos locos   haciendo honor a la antología poética de La Bella Varsovia que tanto he releído estos años  . Si 'Viaje de estudios' llegara a mí ahora, no hubiera significado lo que fue.

En fin, a 'Hostal Pimodan', un disco más complejo repleto de referencias y una obra cumbre de los últimos rescoldos del indie patrio, le eché poca cuenta. Y estos días, tras el concierto de Lori Meyers en Territorios, en donde nueve año después botamos como hace tiempo y pudimos percatarnos de que se han hecho mayores (como nosotros) y ya son una banda en mayúsculas; de esas que se enfrentan al directo de otra forma, levantando la cabeza más allá de la pedalera, decidí que quería escuchar el disco de la discordía entre Houston Party y la banda de Loja. Así 'Hostal Pimodan' ha sido una de los álbumes de mi verano tempranero.

Lori Meyers versionando 'La Caza' de Juan y Junior



Y la original:




Este disco se aleja del rollo guitarrero noventero (al que luego de la mano de Universal volverían haciéndolo muy bien) para adentrarse en el pop de corte clásico sesentero. Y lo mejor con la vista puesta en referencia nacionales como Los Brincos, Los Bravos o Los Ángeles. En 'Hostal Pimodan' hay surf, psicodelia, Beach Boys, y toda la tradición musical que en algún momento acapararon los Beatles, pero que muchos grupos llevaban desarrollando entre Inglaterra y EEUU. Canciones como 'El Mejor de sus Trabajos' o 'L A' bien merecen una escucha detallada.

Y aquí una lista de reproducción del disco en youtube: 








El otro disco en cuestión que no escuché en su momento y que ahora es disco de cabecera es el que fue proyecto paralelo de la ahora estrella de Artic Monkeys, Alex Turner con el vocalista de los Rascals, Miles Kane. The Last Shadow Puppets firmaron en 2007 con 'The Age of the understatement' la renovación del brit pop elevada a sus mejores cotas. Un álbum en el que se inspiraron en Bowie o Scott Walker y en el que cuentan con colaboraciones de lujo como Owen Pallet de Final Fantasy a las cuerdas junto a la Orquesta Metropolitana de Londres. Las canciones son elegantes, tienen un toque retro elegantón con todo el regusto al pop más sofisticado, melodramático y èpico de Gran Bretaña, por un lado, y la urgencia o la inmediatez del brit pop, por otro. Para mí es un disco de la primera década de los dosmiles que se me pasó por alto.




17 de junio de 2014

El hit del verano se escribe en invierno

Llegan los 40 grados sevillanos y podría darme por escuchar tambores de selva, pero lo cierto es que el calor envuelve la atmósfera de la ciudad y tiñe de una fina capa, de esas borrosas y temblorosas, como si caminases por la calle en pleno espejismo en el desierto o en un sueño interminable en el que el bochorno prácticamente se puede masticar. Es cuestión de tiempo, de aquí a diez días ya estamos en versión hawaiana, con camisas de flores, estampados de palmeras; deseosos de cócteles tropicales.



Así las cosas, ayer leí un perfil de Mark Kozelek en Rockdelux escrita por Jesús Llorente  en el que afirmaba que los hits veraniegos se escriben en invierno y me pareció una reflexión más que acertada. Hay veranos en los que la lentitud de esas tardes eternas de aire acondicionado te aboca a escuchar canciones tristes, como dice el estribillo de una de los temas del EP de los cántabros MeryStreep.

Ahí va, por tanto, una playlist de canciones tristes para los primeros insomnios de verano:

(1) Sharon Van Etten es probablemente lo más parecido en la actualidad a mi adorada Laura Nyro- 'Your love is killing me' es una de las canciones que más me gustan de su último disco 'Are we There' (Jagjaguwar). Aunque es en 'Tarifa' en donde su juego vocal me recuerdo más a la Nyro.




Viajes psicodélicos desde distintos puntos de la geografía estadounidense. (2) The Brian Jonestown Massacre con 'What you isn't' de su disco 'Revelation' desde California, que parece estar convirtiéndose poco a poco en referencia, tras años de ser la gran banda denostada de las listas de éxitos. Y (3) Midlake con 'Antiphon' (Bella Union), en los que las repeticiones en loop nos invitan a escapar a las profundidades del estado de Texas entre armonias vocales, texturas escurridizas y balsas de folk pop pastoral. Estaría bien releerse el 'Walden' de Thoreau con este álbum como banda sonora.







(4) The War on Drugs puede que sea el grupo de los que no hemos escuchado a Springsteen casi nada o acabamos de descubrir, como quien dice, a Fleetwood Mac. Sí, existimos y no somos peores personas por ello. 'Red Eyes' es el tema que más me gusta de su último disco 'Lost in the Dream' (Secretly Canadian). Auguro un largo verano en el que probablemente me zambulliré en el resto de su discografía.



Sorprendentemente me gusta el nuevo de (5) Swans, 'To be kind' (Mute/Yourng God). Parece que por fin podré hablar con los grandes entendidos musicales sin la tara de odiar la banda de Michael Gira, que no a él individualmente. Aunque claro, seguramente 'The Seer' haya sido su obra cumbre y yo la verdad es que no soporto el disco.

 Muy recomendable ponerse esta canción, 'Oxygen' para correr, que ahora se llama running y está muy de moda, como los gatos, los gin tonics y los minitatuajes.




Y seguimos para bingo. Viajamos de Estados Unidos a Europa. Esta vez con los sonidos metálicos de (6) Ben Frost. Su 'Aurora' (Mute/Bedroom Community) es el disco que acompaña las tardes de junio, aunque ahora le roba protagonismo (7) Forest Swords, 'Engravings' (Tri Angle). Duelo electrónico de altura para los que disfrutan de la descomposición de glitches, sampleos infinitos y pluggins de otro mundo, por un lado, o de atmósferas densas, eternas y con cadencias desacompasadas.






Sí que me hubiera apetecido ver en directo a (8) Nils Frahm en el Sónar. Es de esos conciertos que luego recuerdas, pero no pudo ser. Me consuelo escuchando las canciones de ese precioso disco 'The Bells' (Erased Tapes), que aunque se grabó en 2009, llega a mí ahora. Frahm se ha convertido en mi niño bonito. Justo ahora. Pura emoción provocada por cacharrería eléctrica. ¡Viva! Mi canción favorita es está sin lugar a dudas:



Me voy a poner un poquito más animada con los temas con los limpio o hago de comer últimamente, que no sólo de melancolía melódica vive el hombre atormentado. (9) Disclosure y este remix de 'You and Me' para frotar los sanitarios del baño sintiéndose la más moderna del barrio. Y flotar entre amoniaco y limpiasuelos. y la evocación gaseosa y psicotrópica de las señoras relaxing café con leche del vídeo de (10) 'Sun' de Caribou.






Para terminar, dos artefactos pop para recordar que dentro de unos días nos habremos adaptado al sopor de las altas temperaturas del valle del Guadalquivir. Y entre piscinas, escapadas a la playa, conciertillos veraniegos y algún que otros plan vacacional, el verano pasará a ser corazones, sandias y palmeras allá donde miremos.

El EP de (11) MerylStreep me gusta mucho. Me gusta que es pop atemporal de un sello Discos de Kirlian que le pone amor a todo lo que hace. 'Anagramas' es la canción que más me ha llamado la atención. La letra, a la par que sencilla es sofistica y está plagadita de referencias de todo tipo. Eso, todo muy pop, al más puro estilo 'Alta Fidelidad', la canción es un juego de encontrar influencias: filosofía, literatura, arte. Todo eso en 2,25 minutos.

Y las  (12) Deers están petándolo con apenas dos canciones de una demo...