7 de diciembre de 2010

Militancia y/o entretenimiento

Me incorporo al trabajo con pocas ganas, la verdad. Dos días de mantita y sofá, lloviendo a cántaros y con magníficos discos de cabecera son algunas de las razones principales.

Manolo y Genís vuelven a deleitarnos con su brillante trabajo, como no podía ser de otra forma, junto al Col.lectiu Brossa ( Formación a la que pude ver en directo hace dos veranos en el Nocturama) nos presentan 'Lo Nuevo' (Elefant, 2010). Una reinterpretación emotiva y virtuosa de algunos de los temas que han hecho grandes a Astrud. Un consejo, escúchenlo en días con el ánimo arriba, que en días bajos uno puede llorar como una magdalena.



Subjan Stevens fue motivo recientemente de un acalorado debate en el muro de facebook de un amigo. Su última aparición televisiva tiene la culpa. A las ya comunes alas, se unen ahora las pinturas en la cara a la indio mapache y miles de frikadas más. El caso es que su último trabajo me encanta. 'The Age of Adz' (Asthmatic kitty Records, 2010 ) lo revalida por fin y despeja las dudas sobre su dispersión y su agotamiento creativo. Aún así, este fin de semana, 'Illinoise' (2005) ha estado más que presente en mi picú.


El tercer disco en discordia es ya un clásico de la música alternativa más ecléctica. Me tocaba hacer una reseña del nuevo disco de Trisfe 'Quema cosas' y, como siempre que me enfrento a tener que opinar sobre canciones, procuro escuchar cosas que tengo en casa, que me prestan o me recomiendan. Por aquello de aprovechar lo de escribir de música para realizar ejercicios de arqueología musical-no hay nada que me gusta más que una tarde de merienda y vinilos en buena compañía-. Cuando se editó 'Cold house' (Domino, 2001) de Hood, yo no sé qué estaba escuchando, pero no fui de las iniciadas, no. Cuestiones generacionales.

Después, el año en el que asistí al último Festival AV, ya en 2003, aún no sabía que iba a estar en uno de los cartelones de la historia del indie en nuestra patria chica. Hood, Tortoise y Mogwai juntitos. Y aunque la organización del festival fue caótica (de hecho, no volvió a programarse), y yo estaba a otra cosa más que en los conciertos (hormonas y postadolescencia, ya sabéis), Hood se me reveló como una banda de culto. Estos días su discazo me ha retrotraído a aquel momento.